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En esta época no hay nada mejor que una tarta fría y si es de limón mejor, más refrescante. La tarta mousse de limón que os traigo hoy está riquísima, de hecho la he preparado en varias ocasiones para llevar cuando nos invitan y ha gustado mucho. Bueno, he de confesar que la última vez que la he preparado nos la hemos comido entre los cuatro que somos en casa y como veréis, es una tarta grande ?.

 

 

La receta es de » Quiero cupcakes «

Para molde desmontable de unos 23cm.

Ingredientes 

Base:

– 360g de galletas Lotus (puede ser otro tipo de galletas pero estas tiene un toque  caramelizado muy rico).

– 180gr de mantequilla.

Para la mousse:

– 80ml de agua fría.

– 15gr de gelatina en polvo sin sabor.

– 400ml de leche condensada.

– 180ml de jugo de limón.

– Ralladura de limón  (más o menos la de 1 limón mediano)

– 500ml de nata para montar con un mínimo de 35% de materia grasa.

Decoración:

– 250ml de nata para montar con un mínimo de 35% de materia grasa.

– 40gr de azúcar glas tipo icing sugar.

– 1/2 cucharadita de extracto de vainilla  (opcional)

– Virutas de chocolate blanco.

– Sprinkles

Preparación 

– Trituramos las galletas bien.

– Fundimos la mantequilla en el microondas.

– Mezclamos las galletas con la mantequilla.

– Repartimos la mezcla por toda la base del molde y un poco por las paredes aplanandola bien.

– Metemos el molde en la nevera mientras preparamos la mousse.

– Ponemos la gelatina en un bol y la hidratamos con el agua fría durante unos minutos.

– En un bol echamos la leche condensada y el zumo de limón y con unas barillas mezclamos bien.

– Añadimos la ralladura de limón y mezclamos. Reservamos la mezcla.

– En un bol aparte montamos la nata. Un truco para que monte bienes, además de que la nata este bien fría, es colocar el bol y las varillas en la nevera un rato antes de usarlos para que también estén fríos.

– Calentamos unos 10 segundos la gelatina en el microondas, removemos y la añadimos a la mezcla de la leche condensada y limón, removiendo hasta que este completamente incorporado.

– Añadimos la nata montada poco a poco incorporandola con movimientos envolventes suaves para que no se baje la nata, haciéndolo hasta que tengamos toda la nata integrada.

– Sacamos el molde de la nevera y ponemos en su interior la mousse. Repartimos la mousse por todo el molde con una espátula alisando la superficie.

– La dejamos en la nevera un mínimo de 4 horas (yo la suelo preparar el día antes y la dejo toda la noche).

– Pasado este tiempo desmoldamos y colocamos en el stand o plato en el que la vayamos a servir.

– Preparamos la decoración: montamos la nata, cuando este semi-montada le añadimos el azúcar glas, el extracto de vainilla y seguimos batiendo hasta que esté bien firme.

– Con una manga pastelera con la boquilla elegida decoramos al gusto. Podemos, como en mi caso, decorar con virutas de chocolate blanco y algún sprinkles.

– Conservar en la nevera hasta que la vayamos a consumir.

 

 

Esta tarta es muy suave con una textura mousse muy rica, ideal para tomar fresquita pero no helada. En casa es uno de los postres favoritos sin horno. Espero que os animéis a probarla.

Esther

 

Por Esther

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